Este Lunes por la tarde se hace historia en el Estadio Azteca. Por primera vez en las 47 temporadas del partido tradicional de Lunes por la noche, este encuentro de la NFL se juega afuera de los Estados Unidos y son los Houston Texans quienes enfrentan a los Oakland Raiders. Este encuentro sin duda es una recompensa para la afición Mexicana que se ha entregado a este deporte por décadas. Lo estupendo para la afición, que ha respondido de manera impresionante para varios partidos de pre temporada a lo largo de los años, es que este duelo de temporada regular es de suma importancia para ambos equipos. Los Texans y Raiders son punteros de división y buscan asegurar sus posibilidades para la post temporada. Claramente debe de ser un buen partido con mucho en juego para ambas escuadras.
Los Texans por su parte entran al partido con un equipo que ha encontrado seis triunfos a lo largo de la temporada mientras trabaja en su cuadro ofensivo que cuenta con mariscal de campo nuevo, corredor titular nuevo y dos receptores novatos en la rotación principal. El periodo de aprendizaje ha sido difícil y ha resultado en un cuadro ofensivo inconsistente especialmente en el juego aéreo. El equipo ha tenido que superar lesiones en la línea frontal, entre los corredores y los receptores y esto ha contribuido a los problemas de no poder mover el balón y encontrar la zona de anotación.
Pero en el último mes de la temporada el equipo ha encontrado consistencia en el juego terrestre y esto es lo que le permite al equipo encarar la segunda mitad de la temporada con optimismo. Con el regreso del tackle izquierdo Duane Brown quien se perdió los primeros partidos del 2016 recuperando una lesión que sufrió al cierre del 2015, los Texans parecen otro equipo en la línea frontal. El equipo ha promediado casi 50 yardas más por tierra por partido en el último mes incluyendo las 181 yardas que logró la semana pasada contra Jacksonville. No sólo destaca la cantidad total pero el hecho de que el equipo pudo correr con la ventaja en la segunda mitad y jugando con un cuadro ofensivo que contaba con sólo tres receptores elegibles en el plantel activo debido a lesiones. Los Jaguars sabían que los Texans se enfocarían en el juego terrestre y no pudieron con Lamar Miller, Alfred Blue y Akeem Hunt.
El mariscal de campo Brock Osweiler ha manejado los últimos dos partidos de manera eficiente. Lanzó un par de pases de TD, no lanzó intercepciones y completó un pase crucial de tercer down tarde en partido para sellar el triunfo. Algunos se preguntan si Osweiler va a mejorar en la segunda mitad de la temporada. Para llegar a una conclusión acertada, primero tenemos que establecer cual sería la meta para quedar satisfechos. El pensar que Brock terminaría la temporada como un QB que puede lanzar para 300 yardas y un par de TDs por partido sería probablemente una meta muy exagerada. Pero el considerar que puede ser un mariscal de campo al estilo de por ejemplo un Alex Smith de Kansas City, que pueda completar el 64% de sus pases y lanzar para 180-220 yardas por juego, con uno o dos pases de TD por juego, mientras limita las intercepciones, no es una locura. Esto si está a su alcance y de hecho este es el QB que hemos visto en la cancha en los últimos dos partidos.
Por el momento este es el QB que Osweiler puede ser y este nivel de juego se puede apoyar perfectamente de un juego terrestre efectivo y de un cuadro defensivo que es encuentra entre los mejores de la NFL. De esta manera se han encontrado seis triunfos y de esta manera se puede considerar un triunfo sobre los Raiders este Lunes por la noche.
Oakland entra al partido con marca de 7-2 en la temporada pero ha logrado triunfos sobre Tampa Bay en tiempo extra y sobre los Chargers en un partido que San Diego literalmente regaló en el cuarto periodo. Fácilmente los Raiders pudieran contar con marca de 5-4.
De la misma manera queda claro que los Texans se enfrentan a un equipo que cuenta con uno de los mejores mariscales de campo de la NFL. Derek Carr entra al partido como un candidato serio para el MVP de la liga con sus 2,505 yardas, 17 pases de TD y sólo 3 intercepciones. Carr ha iniciado su carrera de manera espectacular. De hecho después de sus primeras dos temporadas completas, sólo el gran Dan Marino (68) lanzó más que los 53 pases de TD que completó Carr. Es un mariscal de campo paciente pero que de la misma manera trabaja muy bien las trayectorias profundas. De hecho en el 2015 Carr fue el líder de la NFL con 13 pases de TD de más de 25 yardas y en el 2016 se perfila para cortar a la mitad su número de intercepciones lanzadas en toda la temporada del 2015. De la misma manera, ha demostrado la madurez para reconocer que no se trata sólo de sus estadísticas. En su último triunfo sobre los Broncos lanzó para sólo 184 yardas sin TDs o intercepciones pero se apoyó de un juego terrestre que dominó con 218 yardas y por lo tanto se mantuvo en la cancha por más de 41 minutos.
Sin duda los Texans tienen un reto importante en la cancha del estadio Azteca. Un triunfo para los Texans impulsaría a la escuadra a cosas grandes en los últimos seis partidos de la temporada regular. El equipo sigue siendo un proyecto pero si puede seguir acumulando triunfos durante este proceso, los Texans verdaderamente pueden aspirar a cosas grandes. Como comentó Bill O'Brien esta semana, no se trata de estadísticas. Lo más importante es ganar. Esta liga es de resultados y no de elegancia.
La afición presente en el Estadio Azteca debe de disfrutar de un gran partido. En una noche histórica para la NFL, un triunfo de los Texans sería el broche de oro para la afición del equipo en este fin de semana tan anticipado por toda su afición. Sin duda un triunfo sería disfrutado por toda su afición en ambos lados de la frontera.
Enrique Vasquez, entra a su décimo quinta temporada en las transmisiones de los Texans. La temporada del 2016 será su quinta como la voz oficial en español de los Houston Texans y la temporada número 25 transmitiendo partidos de la NFL.
