Nunca es fácil enfrentar rivales divisionales, son partidos que se juegan aparte, así como los clásicos de futbol (soccer), no importan las posiciones en las tablas ni como anden los equipos.
El duelo que tuvieron los Houston Texans contra los Colts de Indianápolis el domingo fue aguerrido y de dientes apretados de principio a fin pero los Toros encontraron la manera de sacar el partido adelante (23-20) con otro sensacional esfuerzo defensivo.
Lo de los defensivos Will Anderson Jr. y Danielle Hunter ya es algo más que espectacular. Anderson Jr. está jugando a nivel Pro Bowl y Hunter con sus intervenciones oportunas en los momentos claves de cierre de partido marca una diferencia notoria.
Lo más temible para ofensivas rivales es que parece que este dúo defensivo va seguir mejorando, así que cuidado porque los Texans tienen una defensa elite.
No solamente sobresalen Hunter y Anderson Jr. lo de Jalen Pitre no se puede ignorar, el joven sigue elevando su nivel y su intercepción le abrió la puerta a la v8ictoria ante los Colts.
Houston con mejoría en su línea ofensiva a comparación del partido contra los Green Bay Packers vuelve a confirmar que con el entrenador DeMeco Ryans no hay tiempos para lamentos ni para señalamientos.
Ryans solamente espera progreso y no quiere escuchar excusas.
Los muchachos de la línea ofensiva le respondieron con una mejor actuación y seguramente seguirán buscando mejorar su nivel para proteger al mariscal C.J. Stroud.
Lo de C.J. es impresionante, contra los Colts cuidó el ovoide a pesar de haber estado bajo presión gran parte del partido, la madurez que sigue demostrando en su segundo año es algo que se tiene que valorar.
Esa paciencia, actitud y compostura que demuestra C.J. partido a partido eventualmente serán características muy valiosas en la segunda mitad de la temporada y en partidos de "Playoffs" donde no hay mañana.
Este jueves en Noche de Brujas (Halloween) los Texans visitan a los Jets de Nueva York en un partido donde obviamente llegan los Toros en mejor momento considerando que los neoyorquinos vienen de perder contra los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Las cosas en Nueva York no han marchado bien y la apuesta por Aaron Rodgers, mariscal de los Jets, no ha dado el resultado esperado. La tensión sigue creciendo.
Toda la presión la tienen los Jets y eso es algo que necesita aprovechar Houston. Nueva York es un rival herido pero peligroso especialmente por su buena defensa.
Los Toros no pueden confiarse y deben de ir con sed de venganza.
El año pasado Houston jugó un muy mal partido de visitante, perdieron y hasta C.J. salió lesionado.
En esta oportunidad los Toros tienen que llegar a imponerse desde el arranque del partido y explotar las debilidades que tiene la ofensiva de los Jets. Esperemos que sea una noche de terror para los Jets en su propio estadio. Vamos Texans.
