Gustavo Rangel
RUMBO (ww.rumbotx.com)
El debut del quarterback Case Keenum en la NFL quizás se iba a dar en próximas temporadas, pero como en el deporte nada está escrito en piedra y los resultados mandan el entrenador en jefe de los Houston Texans, Gary Kubiak, está dispuesto a jugarse prácticamente su última carta.
El exquarterback de la Universidad de Houston será el titular el domingo ante los Chiefs de Kansas City y le espera un escenario exigente. En un abrir y cerrar de ojos a Keenum le pusieron el traje de luces y le dieron la espada y el capote para aventarlo al ruedo.
El reto para Keenum es titánico en su primer partido de temporada regular en la NFL. El que hasta el pasado miércoles era el tercer quarterback de los Texans enfrentará a los Chiefs de Kansas City, uno de los mejores equipos de la actualidad y que hasta el momento no conoce la derrota. Y lo hará enfrente de una de las aficiones más hostiles de la liga. Pero por si todo esto fuera poco Keenum toma las riendas de una ofensiva que no se encuentra en un buen momento.
Después de la lesión que sufriera Matt Schaub es evidente que la situación para los Texans es urgente y requiere de algo extraordinario para sobrellevarla. Keenum podría ser ese factor que le cambie el destino a los Toros y termine escribiendo un guión espectacular digno de una gran película.
Keenum obviamente llega a este partido con toda la presión del mundo en sus hombros pero a la vez también es cierto que el excougar no tiene nada que perder y sí mucho que ganar, porque si no llena las expectativas de alguna manera era de esperarse por su inexperiencia, pero si logra darle a este equipo la chispa para quitarle el invicto a los Chiefs entonces el cielo es el límite para Keenum.
Keenum se notó tranquilo en sus declaraciones después de que fue nombrado QB titular de los Texans y está respaldado por sus buenas actuaciones en la pretemporada. Es evidente de que puede con el paquete tal como el suplente T.J. Yates, porque no hay que olvidar que una de las batallas más interesantes de la pretemporada fue precisamente la que protagonizaron Yates y Keenum por el puesto de Segundo QB.
Los Texans no tenían necesariamente la necesidad de quedarse con tres quarterbacks para la temporada pero Kubiak vio algo de promesa en Keenum y decidió retenerlo. Ha llegado el momento de que Case demuestre que su entrenador no se equivocó.
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