El mariscal de campo **David Carr** lanzó 372 yardas la semana pasada contra Minnesota, superando la anterior mejor marca personal de su carrera por una yarda.
Carr acumuló 371 yardas por aire en octubre pasado jugando en Tennessee. ¿Alguien puede deducir qué tuvieron en común esos dos juegos?
En ambos casos los Texans estaban perdiendo 21-0. El juego terrestre de Houston tuvo que ser dejado de lado rápidamente. Los Texans fueron capaces de sacar el mejor provecho de esa situación contra los Vikings, pero no es algo que volverán a intentar en un futuro próximo.
"Nos enterramos nosotros mismos en un gran hoyo", reflexionó el entrenador en jefe Dom Capers. "Simplemente estamos necesitando una ejecución más consistente."
Esos es especialmente cierto esta semana, cuando los Texans realizan un nuevo viaje con destino a Nashville. Tanto como lo bien que lució el juego por aire de Houston en las últimas semanas –especialmente Carr y el recepctor **Andre Johnson**–, el juego terrestre es esencial para la habilidad de los Texans de controlar un partido.
Hace dos semanas, en su victoria sobre Oakland, los Texans acarrearon 40 veces, acumulando 162 yardas, y no permitieron ninguna captura. La semana pasada ese número de avance por tierra decreció a 52 yardas en 17 acarreos, y Houston fue víctima de cuatro embolsadas.
"La primera mitad fue dura porque solamente tuvimos 17 jugadas", recordó Carr. "Dejamos pasar situación de tercero y uno, tercero y dos. Si los hubiéramos conseguido habríamos tenido garantizadas por lo menos seis jugadas más. Entonces eso fue duro, tener 17 jugadas en la primera mitad, y es nuestra culpa."
Los Texans necesitarán corregir eso contra una defensiva de los Titans que se ubica tercera en la NFL en defensa en el tercer intento. Los oponentes de Tennessee convirtieron solamente 17 de 53 terceras oportunidades, un insignificante 32.1 por ciento.
"Tener éxito en terceros intentos es primordial en los equipos de Jeff Fisher", dijo Capers del entrenador en jefe de Tennessee. "Quieren que su defensiva se mantenga fuera del campo de juego."
Y eso ayuda a su ofensiva. Los Titans encabezan la liga en tiempo de posesión, manteniendo el ovoide en sus manos un promedio de 34:22 por partido. Eso es un minuto más que los Jets, el equipo ubicado en segundo lugar en esa categoría. Piense acerca de eso por un segundo. En su triunfo sobre Green Bay el lunes en la noche los Titans tuvieron el balón por 38 minutos. Los Texans promedian 28:48 por juego.
"Ellos van a acarrear el balón más de 30 veces, y Steve McNair se encargará de realizar cosas propias de un Jugador Más Valioso", reflexionó Carr. "Nosotros trataremos de mantener el ovoide fuera del alcance de sus manos."
Los Texans están promediando casi 363 yardas por partido, lo que los ubica en el séptimo lugar de la liga. Han promediado 27.3 puntos por partido en las últimas tres semanas. Por lo tanto, la confianza no es un problema.
"Creo que tenemos confianza contra cualquiera con los que nos hemos enfrentado este año", dijo Carr. "Nos sentimos como si pudiéramos anotar en cualquier momento. Sentimos que tenemos la clase de jugadores como para romper los juegos abiertos."
Pero a veces la mejor defensiva es una Buena ofensiva. Si los Texans pueden volver a presentar un buen balance entre los juegos aéreos y terrestres, la defensiva de Houston estará más descansada y lista para realizar jugadas contra un rival al que le encanta el emparrillado.
"Esperemos que podamos mantener a nuestra defensiva fuera del terreno de juego –eso es algo en lo que Tennessee está realizando un gran trabajo", reconoció Carr. "Será una dura prueba para nuestra ofensiva, no solamente en términos de anotar puntos, sino al mismo tiempo en mantener la ofensiva fuera del campo."