El partido entre los Houston Texans y los Bills de Buffalo este domingo 4 de noviembre en el Reliant Stadium podría ser para la ofensiva de los locales una excelente oportunidad para escalar en los rankings de las estadísticas.
El juego terrestre de los Texans, que ha tenido sus altibajos en lo que va de la temporada, tiene en bandeja de plata la oportunidad de poner números contundentes, pues la defensiva de los Bills es la peor en la NFL cuando se trata de defender el juego terrestre.
El corredor Arian Foster podría causar daño severo a los Bills y si se logra establecer el juego terrestre temprano en el partido entonces se abre la oportunidad para el juego aéreo.
El receptor Andre Johnson ha estado batallando un poco para acumular yardas en los recientes partidos y si Foster comienza a golpear la línea de los Bills entonces el mariscal Matt Schaub puede aprovechar los huecos que se van a abrir en la secundaria, donde Johnson posiblemente estará cubierto sólo por un defensivo y no dos, como usualmente lo hacen los equipos rivales.
Sin embargo, los Bills tampoco van a llegar a entregarse, porque así como tienen sus debilidades también tienen algunas virtudes y una de las que más preocupa al entrenador en jefe Gary Kubiak es su ofensiva.
Los Bills corren un sistema ofensivo en ocasiones muy similar al de los Packers de Green Bay y solamente basta con recordar esa derrota para darse cuenta de que la defensa texana problemas para defender contra algunos de esos esquemas.
Además, el corredor de los Bills C.J Spiller ha logrado acumular 523 yardas y ha demostrado que tiene la capacidad de romper las defensivas y acumular grandes cantidades de yardas. La zaga de los Texans tendrá que controlar a Stevens y todo lo demás debe caer en su lugar.
Houston es amplio favorito para ganar este partido y si no sucede una debacle inesperada no debe tener mayores problemas para ligar su séptima victoria de la temporada, lo que los pondría ya muy cerca de la calificación.
Más información deportiva en www.rumbotx.com
