Todos los involucrados en el partido del domingo entre los Houston Texans y Tennessee Titans dicen que es simplemente un compromiso de temporada. Que es como cualquier otro de los 16 partidos de la temporada regular. Por lo tanto, el hecho de que el ex equipo de Houston, con Vince Young, hijo predilecto de la ciudad espacial y campeón nacional con los Longhorns de la Universidad de Texas, visitará el Reliant Stadium al haber ganado cinco de sus últimos siete partidos como QB titular con el equipo de Tennessee, no despertará pasiones o controversias.
¡Por favor!
Los jugadores y entrenadores puede que digan esto pero los aficionados y medios de comunicaciones han elevado este partido, de equipos que se combinan para sólo nueve triunfos en la temporada, a un duelo que determinará el futuro de la humanidad.
Lo más seguro es que es un partido importante entre un equipo, los Texans, que busca rescatar algo de lo que ha sido una pesadilla repleta de lesiones (13 jugadores en la lista de reservas lesionados), un juego aéreo y un QB titular que se encuentra en un momento determinante de su carrera y un equipo que parece haber encontrado un renacimiento bajo la dirección del ex de Madison High School en Houston.
Sobre todo otro tema que se maneja este fin de semana, es el de un partido determinante para dos quarterbacks.
David Carr viene de su peor partido como quarterback profesional y tiene toda la presión sobre él durante el resto de esta temporada para avalar su puesto como quarterback viable para el futuro con el equipo de los Texans. Carr siempre ha mostrado la determinación, la fortaleza física y la madures para afrontar dicho reto pero el equipo y en particular la escuadra ofensiva aún no ha mejorado. Hace seis semanas, los Texans visitaron a los Titans y Carr fue mandado a la banca por primera vez en su carrera profesional. Este domingo en su estadio y frente a sus aficionados tendrá, posiblemente, una última oportunidad de poder ganarse el corazón de los seguidores de los Texans. Tal vez no es justo el comparar el QB actual del equipo, al QB que muchos aficionados pedían para el equipo de los Texans, pero esta es la situación que encara Carr.
Por su parte Young, en un periodo de sólo nueve partidos como QB titular ya se ha ganado el corazón de su equipo y de sus aficionados. Cuenta con marca de 5-4 al frente del equipo de los Titans y aunque sus números no han sido espectaculares, ha sido lo efectivo para elevar a su equipo a triunfos improbables si no impresionantes. Contra los Giants hace dos semanas, Young llevó al equipo a un triunfo al anotar 24 puntos con menos de 10 minutos por jugar en el partido. La semana pasada, calmadamente colocó a los Titans en posición para vencer a los Indianápolis Colts con gol de campo en los últimos instantes del partido.
Este domingo veremos en la cancha a dos quarterbacks que se encuentran en etapas críticas de sus respectivas carreras. Carr tratará de mantenerse a flote con su equipo mientras que Young en su primera visita a la ciudad que le vio nacer, trata de dar un siguiente paso en su desarrollo como líder de su equipo. A propósito, la última vez que Young jugó en el Reliant Stadium, completó 14-17 pases para 193 yardas, tres pases de TD y un acarreo de TD en menos de tres cuartos de acción en lo que fue el partido de campeonato de conferencia del Big 12 en la temporada del 2005.
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