Entrando a la temporada las expectativas fueron altas para la edición 2004 de los Houston Texans. Algunos comentaban que el equipo podía ser la revelación de la temporada en la NFL. Aunque todos se quedaban cortos de garantizar un pase a la post temporada, expertos de alrededor de la liga, anticipaban un equipo que podría ser factor en la AFC. Después de dos fechas, se han visto momentos brillantes como se anticipaba pero estos han sido opacados por errores que han causado si no pánico, preocupación. En el caso de los Texans, sería sólo preocupación si es sólo una etapa que se tiene que superar. Pero la situación rápidamente se pudiera convertir en pánico si este mal momento se convierte en la norma para este equipo.
Siete balones perdidos en los primeros dos partidos han sido la causa principal de los problemas del equipo en la temporada actual. "No importa contra quien juguemos, sea equipo universitario o profesional, si se regalan tantos balones no se le va ha ganar a nadie," declaró el QB David Carr. Contra Detroit el pasado domingo las tres pérdidas de balones se dieron en territorio de los Lions. Dos de estas posesiones las aprovecho el QB Joey Harrington para llevar a su equipo ha anotaciones de touchdown. Simplemente en estos dos errores de los Texans se perdieron por lo menos seis puntos y se permitieron 14. Es lo equivalente a regalar 20 puntos en un partido.
Sólo son dos partidos pero lo preocupante es que los dos han sido perdidos de la misma manera después de que hasta cierto punto los Texans se mostraron superiores en varios aspectos. Contra Detroit, Houston superó al rival en yardas totales, primer y diez logrados y tiempo de posesión. David Carr por su parte logró su segundo partido de más de 300 yardas aéreas en su carrera y Domanick Davis personalmente acumuló un total de 173 yardas en acarreos y recepciones. Carr también completó un pase de TD en el cuarto periodo por primera vez en más de un año. Dicho pase, a las manos de Corey Bradford, es el primero que anota Houston fuera de casa desde el partido contra Indianápolis la temporada pasada. En este aspecto los Texans rompieron malas rachas con su equipo ofensivo pero ni todo esto fue suficiente para lograr el triunfo.
El equipo defensivo también jugó una buena primera mitad al limitar a Detroit a sólo 74 yardas totales con su equipo ofensivo. En la primera mitad borraron del partido al WR Roy Williams al no permitirle ninguna recepción. La segunda mitad, no fue tan efectiva. Le permitieron dos TD a Williams y le permitieron a Detroit convertir 4 de 5 situaciones de tercer down y dos de estas jugadas fueron de 3er down y 11 y 3er down y 13. Por segundo partido consecutivo el QB rival tampoco recibió mucha presión por parte de los Texans. Houston sólo logró dos capturas de QB.
Los equipos especiales también defraudaron en una jugada el domingo pasado. Por sólo la segunda ocasión en 34 partidos permitieron una devolución de kickoff para TD. Sin contar la brillante devolución de Eddie Drummond de 99 yardas, Houston le había acorralado permitiéndole un promedio de sólo 18 yardas en sus otras tres devoluciones que realizó. La cobertura en equipos especiales, normalmente efectiva fue protagonista y determinante en el partido contra Detroit.
En momentos Houston parece tener gran potencial pero aún no ha logrado enlazar un buen desempeño por su escuadra ofensiva, defensiva y equipos especiales por 60 minutos en el mismo partido. Esta falta de consistencia es la causa de la preocupación que rodea a este equipo. Pero si los mismos problemas continúan costándole triunfos a los Texans, esta preocupación se puede convertir en pánico. Todo depende si los problemas son sólo una etapa que se tiene que superar o si estamos viendo la realidad de un equipo joven que fue sobre estimado entrando a la temporada 2004.
Enrique Vasquez es comentarista en la Cadena de Radio en español de los Houston Texans. Pueden sintonizar los partidos en Houston en KLAT 1010 AM, en San Antonio en KXTN y en el Valle de Texas en KGBT.
