El triunfo sorpresivo de los Texans sobre los Indianápolis Colts por marcador de 27-24 el día de noche buena, le ha dado una inyección de entusiasmo al final de la temporada regular, la primera bajo la dirección de Gary Kubiak. Ahora se tiene que terminar de manera positiva lo que han iniciado pero esto es algo que el equipo no ha podido hacer en el pasado.
No que el partido pendiente contra los Browns definirá a la franquicia por el
resto de su historia, pero un triunfo o una derrota contra Cleveland servirá para
determinar el ambiente de trabajo en preparación para el 2007. Al final de la
temporada del 2004 los Texans enfrentaron al mismo equipo de los Browns en el
Reliant Stadium. Houston buscaba su octavo triunfo de la temporada y parecía marchar
efectivamente el proceso de desarrollo bajo Dom Capers. Pero el partido se perdió
y el equipo terminó con marca de 7-9. Desde esa derrota, en las siguientes dos
temporadas, se han ganado sólo siete partidos más. Se cambió al entrenador en
jefe, gerente general y algunos reporteros anticipan la salida de su mariscal
de campo al final de la temporada.
¿Hubiera cambiado todo con un triunfo? Esto por su puesto no se puede saber. Pero lo que es claro en este momento es que el equipo se encuentra en una situación similar. Y aún no es tarde para establecer un ambiente positivo para el futuro.
Al final de esta temporada se tiene que resolver varias interrogantes en el plantel. Número uno la de mariscal. David Carr para bien o para mal, ha sido el enfoque de la crítica sobre las deficiencias del ataque ofensivo. La línea que por primera vez no permitió capturas de QB contra los Colts en sus 10 partidos, también tiene que encontrar tackles de calidad. El puesto de corredor tiene que resolverse. Por el momento Ron Dayne ha logrado más de 400 yardas en sus últimos cuatro partidos y aunque puede ser una pieza importante de la rotación el año entrante, los Texans tienen que encontrar otro corredor de calidad. Si ese corredor es Chris Taylor, aún es muy temprano para definir y por el momento no se puede contar con el lesionado Domanick Davis.
La escuadra defensiva ha sido aceptable y con un mejor equipo ofensivo los Texans hubieran ganado mínimo otros cuatro partidos. De cualquier manera se puede mejorar en algunos aspectos. Se tiene que encontrar más presión sobre el QB rival. Mario Williams parece ser el talento que se esperaba. Ha luchado contra una lesión en su pié pero se perfila para un 2007 en el cual podrá jugar a su máximo nivel. Los linebackers son de calidad y DeMeco Ryans puede convertirse en jugador de nivel de Pro Bowl anual. La defensiva secundaria ha tenido sus momentos pero con un poco más de presión de los siete frontales puede ser lo suficiente efectiva.
Con los Texans nunca se ha tratado de que los jugadores no se entregan o que se rinden. El equipo trabaja fuerte y siempre continua luchando. Prueba de esto es el triunfo del domingo pasado sobre los Colts, un equipo que nunca había vencido y que se perfila para alcanzar el mejor record de la conferencia. Pocos, si acaso nadie, fuera del vestidor le daba ninguna posibilidad a los Texans de salir con el triunfo. Pero el equipo dio la sorpresa y entra al último partido de la temporada regular del 2006 con la posibilidad de lograr su segunda mejor temporada. Por su puesto que no se trata de una dinastía pero para una franquicia que ha contado con éxito limitado, los Texans buscan caminar antes de poder correr.
Enrique Vasquez es comentarista en la Cadena de Radio en español de los Houston
Texans. Pueden sintonizar los partidos en Houston en KLAT 1010 AM, en San Antonio
en KXTN y en el Valle de Texas en KGBT.