Los Texans regalaron el partido en el primer cuarto contra los Ravens y lucharon con todo durante el resto del encuentro para superar sus errores pero a fin de cuentas se quedaron cortos y fueron eliminados de la post temporada por marcador final de 20-13. Parte inexperiencia de TJ Yates y parte el hecho de que se enfrentaba a una defensiva secundaria de primer nivel y tal vez el mejor safety en la historia de la NFL, fue un reto que el mariscal de campo joven no pudo superar. Pero a pesar de sus tres intercepciones lanzadas, las 132 yardas por tierra de Arian Foster le dieron al equipo la oportunidad de rescatar el partido tarde.
Antes del partido, Foster se había fijado 150 yardas como la meta para asegurar un triunfo de los Texans. Con primer y diez en la 38 de los Raven, dos minutos por jugar y dos tiempos fuera después de un par de pases completos, los Texans se encontraban en la perfecta situación para hacer esa predicción de Foster una realidad. Pero fue entonces cuando Ed Reed selló el triunfo para los Ravens. Yates comentó después del partido que la cobertura dictaba que el balón fuera lanzado a las manos de Andre Johnson quien corría por la banda derecha. No fue tanto un caso de que Yates es novato y que entró a la temporada sin experiencia y mucho menos que nadie pudo haber anticipado qu él se encontraría en esta situación en la segunda ronda ronda de la post temporada. Simplemente se trato de una estupenda jugada de Reed. De hecho fue la capacidad de Yates y el mérito del resto del resto del plantel que habían podido superar contra tiempos y retos increibles para llegar a estas instancias de la temporada.
De principió a fin los Texans le regalaron oportunidades a los Raven. El error garrafal de Jacoby Jones en el primer despeje del partido y con los Texans adelante en el marcador 3-0 fue la primera indicación de lo que estaba por venir. Pero la realidad es que a pesar de todos estos errores el equipo aún tuvo oportunidad de empatar tarde. Los Texans aprendieron una buena y a la vez dolorosa lección. La post temporada no perdona. Solo vean a Green Bay y New Orleans como ejemplos adicionales. Los errores también los pueden cometer mariscales y equipos veteranos.
De cualquier manera, el equipo cuenta con un futuro prometedor. El haber superado lesión tras lesión y el desarrollo de novatos como JJ Watt y Brooks Reed así como las temporadas reveladoras de Connor Barwin, Glover Quinn y Brice McCain en el cuadro defensivo y lo demostrado por Ben Tate y Joel Dreesen en el cuadro ofensivo, le da a los Texans un futuro prometedor. Los Texans tienen todos los ingredientes necesarios para hacer que la locura y pasión vivida por su afición en esta temporada sea cosa de rutina. La expectativa será alta en el 2012 y esto es exactamente lo que el equipo quiere.
Esta temporada fue simplemente el primer paso. Con uno de los mejores y más jóvenes cuadros defensivos en la liga, los Texans tienen uno de los elementos clave para formar un equipo de nivel de campeonato. El regreso de Matt Schaub la temporada entrante a la ofensiva que promedió más de 27 puntos por juego con él bajo su dirección comparado a sólo 19 sin él, claramente le da a los Texans una buena oportunidad de repetir como Campeones de División.
Con un par de ajustes al plantel, los Texans esperan superar lo logrado esta temporada. El equipo y su afición ha vivido y saboreado lo que es ganar. La vista desde la cumbre de la División del Sur de la AFC es fabulosa. Pero hay cimas más altas que ahora parecen más accesibles. Para los Houston Texans la temporada 2012 promete ser inolvidable.
*Enrique Vasquez es comentarista en la Cadena de Radio en español de los Houston Texans. Pueden sintonizar los partidos en Houston en KLAT 1010 AM. *