Si usted es simpatizante de los Texans entusiasmado, al equipo le agradaría invitarlo a que tome cierta distancia. Todo luce terriblemente escarpado desde aquí.
Sí, los Texans han golpeado por primera vez su paragolpes de manera completa en su camino de 2004, dejando escapar tres juegos consecutivos. Ellos serán los primeros en admitir que unas pequeñas reparaciones ya fueron ordenadas. Pero su enfoque no ha cambiado. Ni tampoco sus expectativas.
"Siguen siendo los mismos", dijo el ala cerrada **Mark Bruener** el miércoles. "Nuestras expectativas hace tres semanas eran las de ganar cada partido de football que jugáramos. Desafortunadamente, estas últimas tres semanas no fueron lo que hubiéramos deseado. Sin embargo, nuestras metas, nuestra atención al detalle, y nuestras expectativas al llegar a este partido contra los Titans son exactamente las mismas. Tenemos que jugar nuestro mejor football y encontrar una manera de ganar el partido."
Luego de ser golpeados consecutivamente en partidos fuera de casa en Denver e Indianapolis, los Texans regresaron a casa para enfrentar a los Packers. Houston ingresó al último período con una ventaja de 13-3 para solamente asistir a cómo ésta se esfumaba gracias a una variedad de factores, siendo el más evidente el hecho que bajo centro en el equipo rival estaba un futuro miembro del Salón de la Fama.
Por alguna razón, la derrota 16-13 ante los Packers pareció inyectar algo en esta ciudad. Las críticas están corriendo por todas partes. Quizás la luna de miel proverbial esté acabada. Y eso está perfecto para los Texans porque, créanos, las expectativas de ellos son tan altas, o quizás más, que las suyas propias.
"Te tienes que dar cuenta de que es parte del juego", dijo el mariscal de campo **David Carr**. "Hemos estado jugando football desde que estábamos en segundo grado. Si no eran los simpatizantes de tu equipo de tercer grado, eran tus padres los que te decían que te levantaras. Estamos acostumbrados a eso. Es parte del football.
"Y para mí las expectativas deberían ser altas. Estoy tan frustrado como cualquiera. Si fuese un fanático de los Texans, estaría enojado también. Quisiera darme una idea de por qué no estamos ganando partidos que deberíamos. Cada sujeto debe mirarse a sí mismo preguntándose lo que puede hacer para ayudara que el equipo cambie su rumbo."
Confianza es una palabra que ha sido utilizada mucho en estos últimos días, y quizás eso sea lo que se espera cuando las cosas no le salen a un equipo que tiene una vida más corta que "American Idol". Pero los Texans creen que están más allá de ese escenario.
"No quiero decir confianza porque sé que mis compañeros aún la tienen", dijo Carr. "Es sólo una cuestión de ejecutar jugadas de football, realmente. Si realizamos dos o tres jugadas en la segunda mitad que resulten en primer intento y mantener las marchas vivas, entonces tendremos una oportunidad mejor de permanecer en el terreno y manteniéndolo (a Brett Favre) fuera de él."
Los Texans construyeron ese colchón de 10 puntos controlando el ovoide y jugando buena defensiva. Pero cuando llegó el cuarto período Houston no pudo conseguir un primer intento, lo que forzó a que una defensiva que se estaba cansando debiera regresar al terreno. Green Bay anotó un touchdown y dos goles de campo en las últimas cuatro marchas para ganar el pleito. En tanto, las últimas cuatro de los Texans resultaron en un primer intento y en tres de "tres y afuera".
En orden, la ofensiva se enfrentó con un 3º y 19, 3º y 9, 3º y 5, y 3º y 3, fallando la conversión en cada una de estas jugadas con intentos de pase. La ausencia del juego terrestre efectivo por parte de Houston en primero y segundo intento resultó en situaciones diferentes en tercer intento.
"Si no estás acarreando bien, ellos simplemente se colocan a siete sujetos en la caja, y también la cobertura de todo el campo", dijo el guardia **Zach Wiegert**. "Si no estás corriendo efectivamente, se hace difícil mover el balón en esta liga.
"No sé si es la confianza. Es realmente difícil apostar a eso. Nosotros hemos podido correr con el balón efectivamente. Mucho de ellos es no perder yardas y convertir las situaciones de yardas cortas. Hemos tenido muchos avances de cero yarda."
Otra vez, todo se reduce ala ejecución, lo que no es una respuesta centelleante, aunque sí la pregunta es adecuada a pesar de todo. Los Texans no pueden cambiar la forma en que ejecutaron colectivamente contra los Packers. Pero sí pueden, sin embargo, tratar de hacer que esas correcciones tengan efecto este domingo.
"Si empiezas a mirar para atrás y a pensar en los tres partidos que perdimos consecutivamente, entonces llegará un momento en este juego en el que algo salga mal y diremos 'Oh, aquí vamos de nuevo'", dijo Carr. "Simplemente tender una mentalidad positiva y ver qué sucede.
"No podemos quedarnos en el pasado. Tenemos que preocuparnos por los Titans y tratar de revertir las cosas."
Los Texans derrotaron a Tennessee 20-10 en Nashville el 17 de octubre, gracias a una ofensiva balanceada y a una defensiva oportunista. Houston promedió sólo 2.6 yardas por acarreado pero acarreó 38 veces, incluyendo 10 del corredor **Jonathan Wells** en un cuarto período en el que los Texans dominaron. Carr complete sólo 16 pases, pero cuatro de ellos convirtieron terceros intentos en primeras oportunidades, y otro acercó al pateador **Kris Brown** a distancia para intentar un gol de campo. La defensiva interceptó al mariscal de campo de los Titans Steve McNair cuatro veces, y le permitió a Tennessee que convierta solamente cuatro de 13 terceros intentos. Solamente un pase completo de Tennessee fue de más de 20 yardas.
El triunfo de Houston sobre Jacksonville la semana siguiente fue marcadamente similar. Una vez más los Texans promediaron menos de tres yardas por acarreo, pero se mantuvieron por tierra con 32 acarreos. Carr complete más pases profundos, resultando en 276 yardas pasando, gracias a una línea ofensiva que no permitió captura alguna. La defensiva interceptó al mariscal de campo de los Jaguars Byron Leftwich dos veces, la segunda de las cuales terminó en anotación. Jacksonville estuvo solamente cuatro de 12 en tercer intento, y complete sólo dos pases de más de 20 yardas.
Y aquí va un pequeño secreto: los Texans no fueron perfecto en ninguno de esos juegos. Houston cometió dos entregas de balón en cada uno de ellos. En ambos juntos, convirtieron sólo el 34.6 por ciento de sus terceros intentos. They managed just two sacks.
Pero nadie mencionó esto fuera del vestidor porque ambos partidos fueron victorias. Así es como el negocio funciona. Nadie lo sabe más que Bruener.
"Cuando estás ganando, no hay críticas", aceptó. "Nadie dice nada acerca de lo que estás haciendo mal. Cuando estás perdiendo, todos tartan de buscar alguna equivocación. Así es como este negocio funciona, y realmente no hay nada que puedas hacer al respecto.
"Como jugador, tienes que salir al campo de juego y ejecutar, y hacer lo que te piden. Siento que cada semana los entrenadores han ideado un gran plan de juego y han habido veces en que nos hemos alejado de ellos debido a circunstancias del partido. No puedes controlar eso. Cada partido evoluciona de manera diferente."
Los Texans regresaron al trabajo esta semana determinados a asegurarse de que el partido del domingo evolucione de la manera que ellos desean. No hubo sensaciones de pánico, simplemente una firme convicción que el cuarto intento para una quinta victoria requiere un mejor desempeño que al mostrado en los últimos tres.
"Quieres reconocer lo que hiciste mal y trabajar en ello esta semana", dijo Carr. "Quieres construir sobre cosas positivas."
Barrer a los Titans por primera vez sería una buena manera de empezar. Logren eso y las críticas se alejarán. Al menos hasta la próxima derrota.